Desgraciadamente nuestra sociedad no promueve, ni siquiera considera relevante que sus miembros tengan una opinión sore las cosas.
Cuando nos educan y nos fuerzan a la lectura de un clásico, luego nos piden que hagamos un trabajo sobre el mismo. Podría parecer que el ejercicio trata de promover la opinión de los jovenes, pero no es así. La profesora no espera que el alumno exprese su opinión verdadera sobre el clásico, en principio porque seguramente sea muy negativa, incluso despectiva. Lo que se busca es que escriba la opinión colectiva ampliamente difundida de lo que esa obra evoca y que debe consultarse, actualmente, en internet.
Y la prueba fundamental de que el trabajo no pide la opinión del alumno es que el trabajo se valora. La opinión no es valorable, no es buena ni mala, es tu opinión y solo por ese hecho debe ser respetada.
Como nunca se nos ha pedido realmente nuestra opinión existe un miedo escénico a hacerla pública. Algunos valientes, quizas deberíamos considerarlos des…
Cuando nos educan y nos fuerzan a la lectura de un clásico, luego nos piden que hagamos un trabajo sobre el mismo. Podría parecer que el ejercicio trata de promover la opinión de los jovenes, pero no es así. La profesora no espera que el alumno exprese su opinión verdadera sobre el clásico, en principio porque seguramente sea muy negativa, incluso despectiva. Lo que se busca es que escriba la opinión colectiva ampliamente difundida de lo que esa obra evoca y que debe consultarse, actualmente, en internet.
Y la prueba fundamental de que el trabajo no pide la opinión del alumno es que el trabajo se valora. La opinión no es valorable, no es buena ni mala, es tu opinión y solo por ese hecho debe ser respetada.
Como nunca se nos ha pedido realmente nuestra opinión existe un miedo escénico a hacerla pública. Algunos valientes, quizas deberíamos considerarlos des…